2 de mayo de 2014
Peligra la libertad de prensa en España
Desde el inicio de la democracia la libertad
de prensa nunca había estado tan comprometida en España como lo está hoy. La
independencia de los periodistas españoles ha disminuido de manera suave, pero
constante en la última década, hasta colocarse al nivel de naciones como Ghana,
Surinam o Islas Salomón. Además, estamos a punto de dejar de ser un “país
libre” para pasar a ser un “país parcialmente libre”.
Este es el panorama que dibuja el último
informe presentado ayer en Washington por Freedom House, una organización
independiente aunque financiada en un 80 por ciento por el Gobierno
estadounidense. Desde sedes repartidas por todo el mundo, sus analistas
elaboran los estudios y listados internacionales sobre libertad de prensa más
citados desde su creación en 1972.
En una escala en la que los países más
restrictivos obtienen más puntos, España sumó 28 en 2013, de los cuales 14 se
explican por las trabas impuestas por el poder político, 8 por
condicionantes económicos y 6 por limitaciones legales a la libertad de
informar.
“España sigue siendo un ‘país con libertad de
prensa’ pero está muy cerca de ser un ‘país con libertad de prensa parcial’.
De hecho, es un debate que este año hemos tenido por primera vez. Aunque al
final no lo hicimos, nos planteamos seriamente bajar a España de categoría (donde
se encuentran naciones como Argelia, Guatemala, India o Mongolia)”, dice a El
Confidencial la directora del programa, Karin Deutch Karlekar. “Es
preocupante el empeoramiento constante que hemos visto, especialmente en los
últimos cinco años”, remata.
España comparte el
lugar 52º de la clasificación con naciones africanas, latinoamericanas y de
Oceanía. En los últimos años nos han adelantado países salidos del telón de
acero, islas perdidas en mitad del Pacífico y naciones latinoamericanas.
Portugal nos saca ya diez puntos. La República Checa, ocho. Eslovaquia y
Lituania, cuatro. Uruguay, Tuvalu y Polonia, dos.
Entre los pesos pesados de la Unión Europea,
nos encontramos por detrás de Alemania (17), Francia (22), Reino Unido (23)
pero por encima de Italia (31), el único que se sitúa en la categoría de
“parcialmente libre”, a causa del monopolio televisivo que mantiene Silvio Berlusconi. Muy por encima están
Holanda, Suecia y Noruega, que encabezan la tabla con 10 puntos. Siempre nos
queda el consuelo de estar aún muy lejos de países como Rusia (81), China (84),
Cuba (90) o Corea del Norte (97), donde se encarcela a los periodistas
críticos.
Desde que se elaboró por primera vez la
clasificación, en 1980, España nunca había estado al borde de caer a la
categoría inferior. En 1994 se introdujo el sistema de puntos, cuya evolución
cronológica refuerza la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor. España
sumó 14 puntos en 1994, cuando Freedom House nos colocaba como una de las
naciones más libres del planeta. Desde entonces hemos ido cayendo, con
altibajos, hasta que en 2006 inició
una etapa de declive constante.
“Creemos que es consecuencia de la crisis
económica. Hemos visto cómo los medios de comunicación despedían periodistas,
cómo cada vez hay menos profesionales y en peores condiciones. La industria
mediática está disminuyendo y esto hace que los periodistas se vean obligados a
callar, que les preocupe perder su trabajo. En muchos casos la situación conduce a la autocensura, a no cubrir
ciertas noticias. Al mismo tiempo, la diversidad de opinión que
ofrecen los medios de comunicación está disminuyendo”, detalla Karlekar.
El informe, cuyo análisis abarca hasta el 31
de diciembre de 2013, no cubre lo ocurrido desde entonces, meses en los que la
directora del programa observa nuevas
tendencias "preocupantes". “El año que viene tendremos que
considerar también los despidos de varios directores de periódicos (en
referencia a los cambios al timón en El Mundo, El País y La
Vanguardia en los primeros meses de 2014). Creemos que es otro ejemplo de
lo que ocurre en España, donde la libertad de prensa está tocada por la presión
que ejercen los propietarios de los medios, así como el Gobierno, para despedir
a periodistas y reporteros que no se quieren callar”, denuncia.
El deterioro de la libertad de prensa en
España, es cierto, se produce en un panorama internacional sombrío, en el que muchos
países están experimentando retrocesos. De hecho, Freedom House destacó en la
presentación de su informe que la situación actual es la peor en una
década, con graves retrocesos en
naciones con democracias tan consolidadas como la estadounidense. “En
general, estamos viendo un deterioro, pero nos preocupa más cuando ocurre en
países más democráticos, como es el caso de España. Hemos visto tendencias
similares en otras democracias estables, como Corea del Sur. El caso español no
es único pero desde luego resulta preocupante”, concluye la directora.