8 de agosto de 2010

La palabra, del hombre de Honor

Si buscásemos una institución, donde el mundo profano pueda hallar sólidos fundamentos será la Francmasonería, en ella veremos la práctica de todas las virtudes morales y sociales. Comprendiendo que el honor es una de las virtudes que los masones valoramos fundamentalmente, este concepto descansa en el respeto y consiste de ser lo que eres siendo reconocido y considerado por ello, “Un Masón”.


En los hombres con honor, este respeto trasciende todas las fronteras y líneas divisorias, implica que no hay barreras para el reconocimiento de los valores de ese hombre; aún entre personas con diferentes culturas, religiones y condiciones sociales.



Bellas palabras dedico nuestro Venerable Maestro Marino de Armas, en este 115 aniversario concluyendo su intervención con la frase: “Yo soy, yo y mis circunstancias”. Ampliándola cuando dice: Al masón no se le conoce por la capacidad que tenga para hacer las cosas, sino por nuestros actos frente a ellas; sabemos que no vamos a cambiar el mundo, pero básicamente como la vida es circunstancial hay que hacer algo más que vivirla y pasarla; hay que comprometerse en cambiar el plomo en oro.


Que el GADU siga acompañando vuestros/nuestros actos y nos dé fuerzas para vencer todas las dificultades. Con masones de esa altura al tenerlos junto a mi, me doy por bien retribuido.

Claudus