7 de julio de 2017

Carta de un Maestro Masón cubano, al Presidente de los Estados Unidos de América.


Estimado señor Donald John Trump, Presidente de los Estados Unidos de América

Los movimientos migratorios son tan antiguos como la humanidad y poseen dos direcciones, la inmigración que es la entrada en un país por personas procedentes de otra región o nación y la emigración que es la salida de personas de un país para dirigirse a otro. Ambos poseen similar objetivo, mejorar la calidad de vida de la familia.

Señor Presidente durante su campaña UD. realizo varias apariciones, en iglesias evangélicas y católicas con una Biblia en la mano; ¿Sabia UD. que la Biblia narra la historia de personas emigrantes e inmigrantes? Génesis 3:22-24 expulsión de Adán y Eva del paraíso; Génesis 15-13 Dios le dice a Abraham que sus hijos serán inmigrantes; a lo largo del libro del Éxodo, Dios camina con el pueblo y sigue caminando hoy para acompañar a los emigrantes.

Cabe señalar que el exilio es el hecho de encontrarse lejos del lugar natural debido a la expatriación, voluntaria o forzada de un individuo. Al respecto la Ley de Expatriación de 1868 de los Estados Unidos afirma en su preámbulo: …El derecho de expatriación es natural, indispensable e inherente al derecho de todas las personas al disfrute del derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad

Muchos dicen que las personas tenemos un destino escrito yo digo que no es así, cada persona escribe su destino con sus actos. La única ley de vida es que todos falleceremos un día y al exhumar nuestros restos óseos nadie podrá diferenciar entre un cura y un masón, entre un rico y un pobre; entre un autóctono y un inmigrante pues independientemente del color de la piel del ser humano, todas las estructuras óseas son blancas.

Señor Presidente, el término aborigen alude al hecho de que una persona pertenece a una cultura que ya no es la predominante en su país, pues ha aceptado una nueva fruto de la colonización o por cualquier otro proceso. Y si conoce la historia de su pueblo, reconocerá que en la actualidad la población norteamericana, está compuesta por habitantes de múltiples orígenes étnicos.

Desde finales del siglo XV y durante el siglo XVI España conquisto y pobló grandes extensiones de territorio en América y Filipinas, incorporándolas a los dominios de la monarquía española. Durante la llamada era de los descubrimientos y la llegada de Cristóbal Colón en 1492; la conquista permitió a la Corona Española crear el Virreinato de Nueva España el cual comprendía territorios del Caribe, Centroamérica, Sudamérica y en Norteamérica los territorios del oeste hasta Alaska de esta forma la Florida, Alabama, Misisipi, Texas, Nuevo México, California, Oregón, Washington y Alaska estaban en manos de España. Siendo abolida la conquista en 1573 mediante un decreto del rey Felipe II. En 1583 la Reina Isabel I de Inglaterra otorga una autorización al pirata Sir Walter Raleigh para fundar una colonia a la que llamaría Virginia; en 1607 Inglaterra establece la colonia de Jamestown en Virginia, que sería el comienzo de las Trece Colonias y origen actual de Estados Unidos de Norteamérica.

Masónicamente hablando, los símbolos de nuestra orden están en todas partes adornando edificios, ciudades y monumentos más importantes de los Estados Unidos. Siendo innegable reconocer que las raíces de la masonería son profundas en vuestro territorio.

Permítame decir que el primer masón conocido en la historia de Estados Unidos fue John Skene tercer Vicegobernador de New Jersey (octubre de 1684 – abril de 1692) quien nació en Newtyle - Aberdeenshire, Escocia. Que Henry Prince llamado padre de la masonería norteamericana, nació en Londres el 5-05-1819. Y que nueve de los firmantes de la Declaración de Independencia en 1776  eran masones;  también trece de los treinta y nueve de los firmantes de la Constitución de los Estados Unidos en 1787 eran masones. Demostrándose que los valores de la francmasonería, fueron la base de los Padres fundadores de los Estados Unidos de América.

Señor Donald John Trump, Presidente de los Estados Unidos de América. Y con el debido respeto, espero recuerde que UD. nació y se crio en el borough neoyorquino de Queens llamado Jamaica; barrio poblado por neerlandeses desde 1656. Que vuestra madre era inmigrante escocesa nacida en Isla de Lewis y su abuelo Don Frederick Trump nació en Alemania y llega a Estados Unidos en 1885 adquiriendo la nacionalidad en 1892.

Ante estas evidencias Señor Presidente, sería gentil ilustrándonos en que fundamenta sus derechos del nativismo, su exacerbación y defensa del sentido racial; cuando vuestra estirpe y sangre procede de inmigrantes. Recuerde que entre 1775 y 1890 en las guerras indias murieron 370 000 aborígenes americanos incluido mujeres y niños (Sioux, Apaches, Cheyennes, Cherokees, Arapahos, Navajos, Wichitas, Blackfeet, Tarahumaras, Kiowas, etc.), otros a fecha de hoy están en las llamadas Reservas Indias.

No debería olvidar que la  grandeza de los Estados Unidos se debe en gran medida a los inmigrantes:
·     En la I y II Guerra Mundial, el Regimiento de Infantería 65 del Ejército de Estados Unidos activo de 1899 a 1956, fue conocido como los Borinqueneers pues todos los soldados eran Portorriqueños. Su lema era Honor and Fidelity. A quienes en junio del 2014, se les entregó la Medalla de Oro del Congreso.
·    Durante la II Guerra Mundial, de los 12 000 000 de soldados que sirvieron en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, 500 000 eran hispanos.
·   Los hispanos del regimiento 141º de la 36ª División de Infantería, fueron de las primeras tropas estadounidenses que llegaron a suelo italiano. La Compañía E del regimiento 141º era totalmente hispana.
·    El sargento portorriqueño Agustín Ramos Calero, con veintidós condecoraciones y medallas, uno de los soldados latinos más condecorados del ejército de Estados Unidos.
·      La Teniente Coronel cubana Mercedes O. Cubría, que sirviera en el Ejercito de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y la Crisis de los Misiles de Cuba. En 1988 inscrita, en el Salón de la Fama de la Inteligencia Militar de los Estados Unidos.

¿Tanta sangre hispana y de otros países, vertida en defensa de los Estados Unidos de América no merece su respeto?

Señor Presidente, la historia basándose en sus acciones será la encargada de juzgarle tras concluir su mandato. ¿Qué legado dejara UD. a la posteridad?

Aristóteles dijo: El poder que tenemos para hacer algo, es el mismo que tenemos para no hacerloEn tanto Dios salve a América. 

Es cuanto se ha de decir.

 Marino de Armas Benítez, 33º S:.G:.I:.G:. / H:.R:.A:.K:.T:.P:.