Autor: Marino de Armas Benítez, 33º S:.G:.I:.G:. /
H:.R:.A:.K:.T:.P:.
Marino de Armas Benítez © 2017
En los últimos años oímos el
lema Orgullo de ser Masón,
dedicándose tiempo y esfuerzos para que los masones reconozcan públicamente su
condición. Bajo el velo a decir de algunos:…que
la masonería esté presente en la sociedad... y afirman estar creando condiciones
sociales profanas, para quienes manifiesten tal condición se sientan a gusto…que no sea una vergüenza, que no sea un
lastre, que sea un motivo de orgullo decir soy masón…
Son mis intensiones analizar
esas afirmaciones y aportar algunas de las enseñanzas de la antigua
francmasonería, olvidadas para algunos e ignoradas para otros al considerarlas
arcaicas. Diciendo inicialmente:
·
El hecho de pensar:…cuando los masones reconozcan
públicamente su condición, la masonería estará más presente en la sociedad…,
roza lo inadmisible pues constituye un intento de condicionar la libertad de
opinión y expresión de cada masón. Si agregamos que el ser humano tiene la
potestad de obrar según considere y elija; queda demostrado que también
constituye un intento de cortar el libre albedrio de los masones.
Esa
necesidad del reconocimiento de otros, es poco saludable, muestra una clara
inseguridad personal y expresa que busca en el exterior lo que no tuvo nunca en
su interior. La francmasonería como institución es perfecta, pero el hecho de
ser masón no asegura que seas una buena persona. He conocido a muchos profanos,
con tantas virtudes como un francmasón antiguo.
·
Considerar
que un masón siente vergüenza o le es
lastre el hecho, de ser miembro de la francmasonería y por ello no reconoce
públicamente su condición. Es
inaceptable, pues de ser así los únicos y verdaderos responsables son: primero
quienes respondieron por él como padrinos pues no le explicaron adecuadamente
el paso que daría y la verdad de que encontraría en nuestra orden; segundo la
Logia que lejos de inculcar los valores morales de nuestra orden, provocaron
con sus actos la desilusión y el desamor llevándole a retirarse. Invitándoles a
meditar sobre lo que decimos, pues estamos:…tirando piedras contra nuestro propio
tejado, que suele ser de cristal…
Las cualidades pueden ser de
dos tipos innatas o adquiridas con el paso del tiempo, por ello un masón tiene
que tener muy claro que entre orgullo y
dignidad existe una gran diferencia; evitando
confundir estar orgullo de ser masones con ser un masón digno. El orgullo
requiere de la aprobación de los demás para así ganar grandeza; sin embargo la
dignidad nunca busca la aprobación social sino la personal, dejando a un lado
la vanidad y la soberbia.
El orgullo nos lleva a un
exceso de estimación propia, pues se considera superior a otras personas por el
simple hecho de ser masones. Cuando estamos a igual altura, solo que buscamos
respuestas a preguntas que en el mundo profano no encontraríamos. Ese orgullo
tan proclamado con lemas, fanfarria, proclamándose digno de un elevado merito y
empleando diversos medios para forzar que la sociedad se lo reconozca.
Demuestra egoísmo, arrogancia, vanidad, presunción y soberbia; señalando que su
piedra todavía esta bruta y seguramente sería incapaz de pedir perdón por falta
de proyección al pretender que hermanos discretos quienes solo buscan su
crecimiento interior promulguen su condición masónica, hecho que podría
acarearles dificultades pues aun viviendo en democracia algunos pequeños grupos
de personas permiten pero no toleran a los libres pensadores. Por
ello debemos ser masones dignos, no proclamarnos orgullosos de ser masones.
Todo ser humano por el simple
hecho de serlo tiene un valor inherente y se llama dignidad; no se trata de una cualidad otorgada por otra persona,
nacemos con ella pues somos seres humanos. Masónicamente hablando cuando un
profano (ser humano) decide dar el paso de la iniciación; lo hace porque
comprende que la francmasonería es la institución orgánica de la moralidad, y
en su seno se trasmiten valores morales de generación en generación.
Por ello cuando nacemos como
masón, adquirimos un valor inherente ser
un masón digno; y solo sus acciones ante la vida, la sociedad, su familia,
etc. serian los que reducirían ese valor surgido en su corazón al ser iniciado
en nuestra augusta institución. Todo miembro de la francmasonería, es un digno
merecedor del respeto y consideración de la sociedad en la cual vive.
Otra cosa bien diferente es
considerar que la sociedad actual, no sabe valorarlo. Si fuera cierto, que la sociedad española actual no reconoce la
dignidad y valía de la francmasonería ¿Cómo es posible, que seamos una
asociación legalmente constituida y reconocida por el Estado Español? ¿Cómo es
posible, que la Universidad Nacional de Educación a Distancia en España oferte
las siguientes titulaciones: Master en Historia de la Masonería en España y
Especialista Universitario en historia de las órdenes, corporaciones, academias
y sociedades filantrópicas y fraternales?
Conclusión:
Posiblemente el trasfondo y
objetivo marcado por algunos tenga terceras intenciones, pues en este aspecto
la respuesta es clara y contundente, primero la sociedad en su mayoría y estado
español reconocen la honorabilidad e historia de la francmasonería y sus
miembros; segundo el decreto Ley 52/2007 reconoce el derecho a la reparación
moral y a la recuperación la memoria personal y familiar, de los masones
víctimas del franquismo:
Artículo 2-1:…Se reconoce y declara el carácter
radicalmente injusto de todas las condenas, sanciones y cualesquiera formas de
violencia personal producidas por razones políticas, ideológicas durante la
Guerra Civil, así como las sufridas por las mismas causas durante la Dictadura…
Artículo 2-2:…Las razones a que se refiere el apartado
anterior incluyen la pertenencia, colaboración o relación con partidos
políticos, sindicatos, minorías étnicas, sociedades secretas y logias masónicas…
Seguramente todos habrán oído
hablar alguna vez del Efecto Mariposa
(ese pequeño cambio, que puede generar en consecuencia un cambio enorme). Para
ningún francmasón es indiferente la frase…Ordo
Ab Chao...; tampoco el comprender que del
caos surge el orden y en el orden puede existir forma alguna del caos.
El llamado Efecto Mariposa, es
un concepto que viene a demostrar la interrelación de causa-efecto que se da en todos los eventos de la vida. Desde
fechas anteriores a 2016 se hablaba del Orgullo de ser Masones; en 2017 de Honorabilidad
de la Masonería, invitándose al Sr. Carles Puigdemont Casamajó presidente
de la Generalitat. ¿En el futuro que será? ¿Qué buscan en realidad?
Es cuanto se ha de decir.
Marino de Armas Benítez, 33º
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